Nuevo álbum “Tornaviaje”
Por Vanessa Pellisa
Le preguntaba a Miquel de dónde salían las imágenes de soledad que pululan por su nuevo disco, “Tornaviaje” (Satélite, 2023) y me respondió que salían de “Massagran, Corto Maltés y yo”.
Les imagino a los tres a borde de un frágil bergantín, engullido por olas de siete metros, con restos de salitre en las patillas preguntándose si ¿Hay alguien ahí?. Supongo que no queda otra: a bordo de un frágil bergantín, uno no puede preguntarse otra cosa, ni evitar dudar si la soledad es temporal o el vacío ha dejado una huella permanente en la piel, las trazas de un tatuaje imborrable.
Poco más puedo añadir yo sobre esta inspiración. Aunque no lo parezca, estoy a su lado como una espectadora más. Sí que puedo apuntar al origen del disco, en el post-procés, en el exilio interior - renunciar a una comunicación que se antoja imposible.
También a la vida sin puerto y el refugio de las canciones en una casa pequeña tan alta que parece flotar sobre Ciutat Vella.
La idea del disco: “Menos catalán. Menos español. Y, sobre todo, menos Vilella”.
Tornaviaje habla de la melancolía del aventurero, el camino y las recompensas que saben a poco. También habla de océanos que sirven para huír y lagos escondidos que dan cobijo a fugitivos sin nombre. Te diría que es su disco menos nostálgico. Las canciones son más redondas, el oficio de escritor de canciones más depurado que nunca.
“Tornaviaje”, el sexto álbum de Miquel Vilella, se publica el próximo 24 de noviembre. Es su primer disco cantado en castellano (con descarado acento catalán) y sigue la senda aventurera iniciada en “La Línia Màgica” (Satélite, 2016) y que siguió con “Els fans de l’Amor Nord-Americà” (Satélite, 2020).